Lo escribo por primera vez
y es como si hubiera
estado conmigo
desde la primera vez
que escribí mi nombre
desde aquellos
cuadernos de doble raya
de la escuela Armenia
Aquella Turquía
que nos enseñaron
a cargar de culpa
cada vez que se acercaba
Abril
en Montevideo
las hojas de otoño
del odio de los turcos
en la puerta del Colegio
por la calle Agraciada
2806
estaba tan cerca
de nuestro corazón
esos turcos
de ojos negros
que toman el surch
y juegan tavlí
y comen kefté
y todas las comidas
que cocinaba la abuela
los domingos
bamiá
chí kefté
Yabash yabash
amasando despacio
manté, baklavá´
el lojúm preciado
traído de la confitería
de Buenos Aires
las caras amables
los sabores familiares
los pocillos volteados
de la sobremesa
Todo eso
como estar en casa
y sólo una cosa extraña
calma antes de la guerra
el silencio
que me duele
me deja sin aliento a veces
cuando oigo el canto
desde la mezquita
eso que nadie olvida
eso, de lo que no se habla
y es tan hermoso Estanbul
un domingo de sol
por la mañana
que yo tampoco
que aquí tampoco
me vienen las palabras
Algo extraño
sólo una cosa
rara
por las calles sucias
y llenas de vida
del jingle y jangle
de las bellydancers
Un silencio viejo
lleno de Matanza