Cordillera de los Andes
Las cumbres se ponen blancas
para imitar a las nubes
La piel arrugada
de una tierra sin pasado
Los caminos sinuosos
como víboras
aprisionan las montañas
y el sol que llora
la nieve derretida
por los muertos
que han quedado en el olvido
El mar besa la huella
de las montañas
con sus olas que son violentas
y desde el cielo
se ven como detenidas en el tiempo
el orgasmo blanco
de las olas
contra el marrón cansado
que llega a aplastarse
desde la cordillera
Chile es una anguila
de piel arrugada
y de vez en cuando
se muerde la cola
Una anguila larga
y aún más se estira
va nadando sigilosa
hacia California
y pone sus huevos
a miles de millas de distancia
Por allá en el Norte
tienen hermanas estas montañas
y un amante cruel y seductor
que violó sobre la cima de los Andes
la pureza virginal
que ya no tienen,
un amante que hoy
es dueño de su alma
La América del Sur
como el lomo de una gata
frotándose contra su espalda indiferente
La América del Sur
ciervo, concha de mar, cóndor, crepúsculo
Ave libre con las alas rotas
en un cielo que aún es tan lejano
y abajo, la anguila
nocturna y esclava