La generación maravillosa

Square

Hace un par de semanas fui a ver la presentación del primer disco solista de NICOLÁS SARSER. Fue esa noche, en la que viví emociones para las que quizás no estaba preparada, que me surgió la idea de escribir esta nota.

Habiendo visto recientemente la presentación del primer disco solista de Juan Pablo Chapital y unos meses más atrás la del de Nicolás Ibarburu, no podía dejar de maravillarme de lo que estos jóvenes músicos habían logrado en estos primeros trabajos en solitario.

Cuando hablo de la generación maravillosa, sin embargo, no sólo me refiero a ellos, sino también a Francisco Fattoruso, quien se les adelantó unos años a los ya mencionados y ya ha editado varios discos solistas y hasta un DVD en vivo, todos espléndidos; a Fede Righi, mucho más que un bajista, con su sensibilidad única, y a un montón de otros músicos que andan por los treintaypico, la mayoría de ellos originarios del barrio de Malvín, por casualidad o no, vaya uno a saber.

Musicians Fattoruso, Ibarburu and family, by a wood
Francisco Fattoruso junto a su hermana, su hija mayor y Nico Ibarburu en Punta Ballena

La verdad es que conocí a la mayoría de estos músicos hace unos diez años. Aunque siempre estuve fascinada por lo que podrían hacer en algún momento en su carrera solista Nico Ibarburu o Francisco Fattoruso, si bien no dudaba de las dotes musicales de Nico Sarser o Juan Pablo Chapital, al no haber nunca escuchado composiciones propias de ellos, no estaba preparada para ver lo que vi y escuché en sus recitales presentación de BUEN VIENTO de Sarser y FOTOGRAFÍA SILENCIOSA de Chapa.

La primera vez que vi cantar a Nico Sarser fue en un antro de perdición montevideano, o al menos así solíamos llamar a este tipo de lugares donde estaba claro que todo el mundo venía buscando ligar con alguien.

Ahí estaba Nico, con su pelo rubio, sus ojos azules y su voz privilegiada, cantando temas de Police, en un trabajo que duraría muchos años. Creo que hasta había gente que lo conocía como el Sting uruguayo, o algo por el estilo.

NICOLAS SARSER
Nico Sarser, mucho más que looks y voz

Desde siempre, todos sabíamos que Nico cantaba como nadie. Más tarde, Sarser me regalaría en un cumpleaños un demo de canciones de él junto a Nico Ibarburu. Por aquella época Nico S. recién empezaba a animarse con la guitarra, mientras que al principio, los Nicos hacían canciones que Sarser escribía o tarareaba  y que Ibarburu terminaba de plasmar con su mayor conocimiento musical.

Aquel demo era una preciosura. Nico cantaba como siempre, con un decir absolutamente personal que iba mucho más allá del poder incuestionable de su garganta. Pero los años pasaron, y Nico empezó a tocar la guitarra en los shows cada vez con más frecuencia. Era hermoso verlo crecer junto a su camarada de toda la vida.

Por esta época también, se vivieron momentos de dura crisis económica en Uruguay, y recuerdo ver a Nico Ibarburu tocando por una miseria, en otro antro de perdición, abrazado a una botella de cerveza como si esa fuera la única manera de sobrevivir ese momento y seguir atacando su guitarra, mientras al ruidoso público sólo el interesaba conseguir drogas o ligar chicas. Fueron épocas muy duras. En alguna oportunidad incluso, recuerdo haber hablado del tema con Francisco Fattoruso, que ya había emigrado hacia Estados Unidos, porque los dos compartíamos el pensamiento de que Nico estaba desperdiciando su talento.

Personalmente, siempre me gustó como cantaba Nico Ibarburu, a pesar de que no lo hacía en muchas oportunidades. Siempre me gustó cuando cantaba sus propias canciones, más que cuando cantaba las de otros. Pero a Nico le llevó muchos años de tocar covers y sumarse a una infinidad de bandas tanto en Uruguay como en el extranjero, el poder sacar a la luz el disco que su país necesitaba de él.

Video: Nico Ibarburu canta OTRA ASÍ, compuesta junto a Nico Sarser, aquí junto a Jumpi di Leone

ANFIBIO de Nico Ibarburu producido por Nico Cota es una maravilla que conjuga el poder y la sensibilidad de las guitarras de Nico con la dulzura y la entrega de su voz fresca y sin pretensiones.

Pocos shows me han hecho tan feliz como ese donde la Sala Zitarrosa repleta se puso de pie para ovacionar la presentación de ANFIBIO. Pero digamos que esta era una felicidad anunciada, yo intuía que el disco de Nico sería maravilloso y, para el momento del show, ya lo había escuchado íntegro.

El disco de Nico Sarser, por otro lado, fue algo que me tomó por sorpresa y su presentación en vivo fue algo tan perfecto que me llevó varias veces al borde de las lágrimas.

Nico Sarser no sólo puede cantar y escribir buenas canciones, sino que está llamado a ser uno de los compositores más importantes de este país. La primera parte de su show fue la más emotiva, con canciones que, aunque completamente originales y personales, recordaban a Cabrera, por su sonido profundamente uruguayo, que recogía las tradiciones, pero les daba un nuevo vuelo.

Por supuesto que también hubo mucho rock y power, y no faltaron los momentos emotivos en que Nico invitó a su compañero de ruta Ibarburu para deleitar con aquellas canciones que crearon a dúo, una de ellas OTRA ASÍ grabada en ANFIBIO con la ilustre presencia de Luis Alberto Spinetta.

Con el Chapa me pasó algo parecido que con Nico Sarser, yo había disfrutado de sus guitarras durante años y lo había visto crecer como músico y encontrar su propio estilo, pero nunca había escuchado una composición suya. La presentación que vi de su disco en EL TARTAMUDO fue realmente un goce para los oídos y para el alma.  Las músicas eran frescas, originales y los arreglos eran perfectos. El Chapa nos llevó junto a una banda de ilustres secuaces, por un viaje emocional que la audiencia disfrutó en cada segundo.

RECORDING STUDIO
Chapa durante la grabación de su disco, junto a Hugo Fattoruso y Nego Haedo

Todos estos shows, así como los de Nico Ibarburu y Francisco Fattoruso en Medio y Medio, tuvieron esa cualidad esquiva de cuando todos sabemos que estamos presenciando algo único, fuera de lo común.


Francisco Fattoruso  tocando GROOVE de OPA, junto a Hugo Fattoruso, Nico Ibarburu, Martín Ibarburu, Tatita Márquez, Andrés Arnicho y Chapa. (Del DVD House of Groove de FRANCISCO FATTORUSO, disponible en itunes aquí)

Recuerdo un momento durante el show de Nico Sarser en Espacio Guambia en que, encandilada por el brillo de la guitarra de Nico Ibarburu, sentí que todo iba a estar bien para esta generación maravillosa, y vi condensarse un amor infinito mantenido a través de los años por los dos Nicos, cada uno ahora artífice de un maravilloso debut solista.

Pense entonces que poco importaba si esos discos hermosos se vendían o no, si los Nicos tenían managers que se movieran por ellos o si el gran público y los estadios llenos que las canciones por sí mismas ameritaban llegarían algun día a materializarse; mientras hubiera un show donde los Nicos juntos o separados cantaran con sus amigos sus propias canciones, el alma del país no tendría nada que temer.


PEPE GONZALEZ, cuando eran unos niños: Nico Ibarburu, Martín Ibarburu, Fede Righi, Montemurro.

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